Inspiración: Mauricio Amster (1907-1980)
Siempre hay extranjeros que dejan una huella imborrable en una cultura que les es impropia, es el caso del tipógrafo polaco-español Mauricio Amster en Chile.
Cada fuente diseñada por iniciativa personal es el comienzo de un viaje en donde me hago varias preguntas en relación a las posibilidades y sutilezas de la escritura que ofrece la tipografía. Ese camino de cuestionamiento frente a este trabajo se debe en parte a un libro de Mauricio Amster, Técnica gráfica (1957), escrito para estudiantes de periodismo. Amster fundó, junto a Ernesto Montenegro, la Escuela de Periodismo, Ciencias y Técnicas de la Comunicación en la Universidad de Chile en la década de los cincuenta. Él se cuestionaba sobre la tipografía en Chile, una precaria cultura de ese campo en aquellos años.
La persona homenajeada detrás de la tipografía
Fue inevitable dedicar este proyecto a Mauricio Amster, y por recomendación de un amigo, Eduardo Castillo, bauticé la fuente con el apellido de este ilustre personaje, aunque nunca lo conocí en persona, yo era un niño cuando falleció en 1980.
De los distintos trabajos que hizo Mauricio, uno me marcó bastante. Se trata de un detalle que hizo para una letra capitular en un texto introductorio sobre una selección de grabados chilenos de la Lira Popular.
La Lira Popular y su vocación de contar historias
Ese trabajo me abrió las puertas a una tradición literaria chilena que desconocía, la poesía popular de la Lira, con grabados anónimos que relataban extrañas y violentas historias. La capitular de Mauricio Amster me motivó a crear un alfabeto completo de letras capitulares, aunque sabía que nadie las podría necesitar ¿por qué no hacerlo?
Versales Iluminadas
En el dibujo con vectores, adaptar las formas y proporciones de los personajes de los grabados de la Lira a las letras mayúsculas fue una historia en sí, un trabajo estimulante, divertido, la imaginación vuela y el tiempo es el único enemigo para alcanzar a hacer lo que uno se propone.
Amster es un experimento entre la impresión xilográfica amateur (amateur es una bonita definición en cuanto a que se ama el oficio que se hace sin ser profesional) y la tradición de la tipografía de libro. Afortunadamente la tecnología de las computadoras permite realizar ahora todos los detalles posibles que no se podían hacer en el pasado, casi semejantes a un códice manuscrito.
La idea de la letra capitular miniada recoge esa idea que se usó en el códice, pero que desde hace tiempo ha perdido fuerza, se ve como algo antiguo o retrógrado, sin embargo esto fue una motivación para demostrar lo contrario con las capitulares iluminadas de Amster, que es posible contar historias, enriquecer el sentido del texto y aprovechar la infinidad de posibilidades que nos ofrece la programación. Queda mucho por hacer al respecto.
¿Letras Stencil para texto?
En las letras para el texto también se experimentó con las formas. Diseñar letras cercanas al concepto de stencil se hizo con la intención de evitar los atrapatintas, lo cual se comprobó con algunas impresiones. La idea de que el papel cumpla un rol en la forma de las letras siempre me ha provocado interés, ahora con las pantallas también sucede algo parecido con el hinting.
La fuente congrega muchos detalles de diseño, por mencionar algunos, está el diseño del carón. En una visita que nos hizo Peter Bilak a Santiago de Chile, él me explicó por qué la forma de este diacrítico cambiaba cuando estaba en una d o una t minúsculas. Esa explicación me hizo mucho sentido para diseñar un carón que se dividiera por la mitad. Si bien se parece al acento agudo, la posición del carón en la d, l y t acusa que se trata de otra acentuación, al ir por un costado de las letras.
Otro detalle, por un comentario de Alejandro Lo Celso, fue cambiar la letra Y de las Versales Iluminadas, pues la idea era representar un borracho y en la versión inicial el personaje daba la impresión de estar espiando en lugar de estar ebrio.
Ornamentos de inspiración árabe
Además de esto, y debido a mi interés por los patrones de repetición, también dibujé dos motivos basados en la flor nacional de Chile (el Copihue). Se incluyeron en distintas posiciones dentro del juego de caracteres. Varios diseñadores conocen los tipos diseñados por Bram de Does, pero para mí fue un descubrimiento saber que tenía un potentísimo trabajo con patrones de repetición. Me inspiré en sus dos libros de Kaba Ornaments ¡que son una locura! Uno está completamente dibujado a mano y el otro hecho con tipos de metal.
Nota final
El largo tiempo que tomó hacer esta familia implicó afinar cada detalle, tanto en las uniones como en las proporciones, la caída de las curvas, los grosores y la estructura. Redibujar enteramente las letras iniciales fue un excelente ejercicio para comparar y elegir las mejores opciones. Los primeros dibujos fueron muy torpes, con la idea de expresar la impronta xilográfica, sin embargo el diseño de tipos busca lograr una textura de conjunto que sea agradable a la vista, y también exhibir las sutilezas cuando se usa en tamaños grandes. Todos estos detalles que involucran elementos de la identidad chilena son mi gratitud por el trabajo anónimo de Mauricio Amster. He aquí el resultado.