Diseñada en Chile por Francisco Gálvez Pizarro con una idea clara de cómo el refinamiento y la austeridad pueden combinarse armoniosamente, la fuente Amster construye un texto que combina alta legibilidad y encanto.
Amster tiene cinco pesos de fuentes redondas y cursivas, ambas con versalitas, todas las cifras y signos monetarios, ornamentos, toneladas de ligaduras y todo bien equipado con varias alternativas contextuales. Amster es un tipo muy versátil, permite una muy amplia gama de aplicaciones: de la pantalla a la impresión, del texto pequeño a los tamaños de pantalla, de la ciencia a la poesía.
Ritmo singular y enérgico
Varios caracteres de Amster destacan por su belleza. Además, su espaciado uniforme y su preciso sentido del ritmo la convierten en una tipografía excepcional. Un tipo especial de energía fluye por las letras de Amster en forma de vigorosas formas y contraformas que dan al texto una vivacidad singular, buscando estimular al lector.
Estilo: Preciso y amable
Unos serifs bien agudos y unas francas contraformas le confieren a Amster una atmósfera de precisión y certeza, a la vez que la modulación sutil entre trazos crea un texto más bien cortés y amigable. El diseño de las cursivas busca llevar la nitidez de las redondas a un ritmo vigoroso y más diagonal, lo que las convierte en compañeras ideales dentro de la línea de texto.
Inspiración: Mauricio Amster (1907-1980)
Amster rinde homenaje a Mauricio Amster, apasionado artista gráfico que contribuyó en gran medida a la cultura visual chilena de los años cuarenta y cincuenta. Nacido en Lviv (entonces Polonia, hoy Ucrania), sus padres habían muerto en un campo nazi cuando él se trasladó a Berlín, donde estudió artes gráficas en tiempos de la Bauhaus. Después se trasladó a España, donde se afilió al partido comunista y comenzó su activismo cultural al lado de intelectuales antifascistas como los poetas chilenos Pablo Neruda y Vicente Huidobro. Tras trabajar para el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, en 1939 escapó con su mujer del régimen franquista a Francia, y más tarde emigró a Chile con la ayuda de Neruda. Tras una intensa vida laboral en las artes gráficas, el diseño y la edición de libros, la escritura y la enseñanza, Amster falleció en 1980 en Santiago.
Pliegos de cordel
Mauricio Amster diseñó más de 500 libros. Una edición fascimilar de los Diez grabados populares chilenos merece nuestra atención. Publicado en 1973 por la Editorial Universitaria y comisariado por el reconocido historiador Alamiro de Ávila Martel este libro cuenta la historia de los pliegos de cordel (como se exhibían en la calle colgados de una cuerda atada de árbol en árbol), también conocidos como la Lira popular. Su texto comienza así: España fue siempre un vasto campo de producción de poesía popular: la larga empresa de la Reconquista frente a los musulmanes produjo una épica culta junto a la cual (...) se acuñaba una poesía popular, cuya última concreción, en ese ámbito épico, fue el Romancero (...). Esa primera letra E mayúscula fue diseñada por Amster para esa edición en concreto, y fue la excusa para que Francisco Gálvez iluminara dos alfabetos enteros de iniciales.
Las singulares iniciales de Amster
En esas hojas sueltas (Lira popular) que circularon masivamente en Chile entre fines del siglo XIX y principios del XX los poetas populares publicaron sus versos. Alcanzaron así un medio inédito para difundir su voz, poniendo en escena pública el sentir obrero. Siendo para algunos una expresión temprana de la prensa amarilla, siempre ilustrada por grabados a menudo de estilo inocente, aquellos versos reflejaban vívidamente los hechos de actualidad: robos, crímenes, suicidios, crítica política, desastres naturales y todo tipo de fenómenos asombrosos.
A partir de la idea de Mauricio Amster, Francisco Gálvez dibujó dos series de iniciales especiales, recuperando a los protagonistas de aquellas historias naturales y supranaturales. Campesinos y animales, ciudadanos y borrachos, criminales y víctimas, curas y diablos, todos bailan juntos en este bestiario de letras bellamente iluminado, ideal para recrear atmósferas poéticas y ficcionales. Todas son bicolores y pueden usarse tanto en escritorio como en internet.