Roberto Godofredo Arlt (1900-1942), notable escritor argentino de principios del siglo XX, tuvo una importante influencia en las letras hispánicas. Su obra se encuentra entre las mejores de novelistas, cuentistas y dramaturgos hispanos de todos los tiempos. Fue pionero en introducir en sus historias el uso del lunfardo, el argot de Buenos Aires.
Roberto Arlt y el lunfardo
Resultado de una mezcla de idiomas de inmigrantes y campesinos con voces de indios quechuas, el lunfardo era una lengua viva y cruda para Arlt. Una expresión tangible de un pueblo en permanente agitación, social y política, gente reacia a aceptar fácilmente la cortesía y las convenciones acartonadas de la burguesía. Arlt convirtió esta jerga de clase trabajadora en un poderoso medio para refrescar el espíritu literario de la época, mientras exploraba las realidades de los suburbios y las historias oscuras de la gente “subterránea”. La recopilación El Jorobadito o las novelas El Juguete Rabioso y Los Siete Locos exploran con pasión la vida de seres humanos reales e imperfectos que deben luchar con la vida, apostando todo a cada movimiento. Esta fue una visión radical, innovadora, sin precedentes en la literatura universal. Escribiendo sobre los locos, los criminales, la gente de la clandestinidad, Arlt se ganó la antipatía de la escena literaria oficial, como fue el caso en la literatura inglesa con escritores como William Burroughs o Irvine Welsh.
Buenos Aires en los años veinte
En la década de 1920 Buenos Aires era un escenario fértil para la búsqueda literaria, poética, musical, artística. Bohemios cosmopolitas, escritores, pintores, sensibles “canillitas” (vendedores de periódicos) se reunían en cafés y boliches para charlar. Estas reuniones sociales se llamaban “tertulias”. El poeta Raúl González Tuñón recuerda que Roberto Arlt era un asiduo de aquellos lugares míticos como El Café Japonés o El Puchero misterioso donde se reunía con todos aquellos ladrones, proxenetas y sinvergüenzas, todos proclives al debate social y sensibles a la música y la poesía. En aquellos compañeros de tertulias Arlt pudo capturar los personajes que dio a luz en sus historias, todos ellos reales.
Estilo
El tipo de letra Arlt tiene como objetivo capturar algo de ese realismo social, a través de un gesto expresivo, aunque firme. Tanto las fuentes redondas como las cursivas tienen improntas caprichosas e impulsivas, pero adquieren un ritmo singularmente armonioso a lo largo de la línea de texto. Las contraformas vigorosas y la atmósfera más bien picante de Arlt evocan la tipografía barroca y manierista de los siglos XVII y XVIII. Las variable para textos de Arlt incluyen redondas, cursivas y versalitas en cuatro pesos completos, además de todo tipo de cifras (alineadas, elzevirianas y versalitas).
Una tipografía para literatura
Debido a sus proporciones y atmósfera, Arlt es un tipo de letra apropiado para componer textos literarios, especialmente historias relacionadas con el mundo subterráneo. ¡Cuidado, su uso en otros contextos puede ser peligroso!
Arlt Título
Las fuentes de titulación de Arlt incluyen redonda y cursiva en dos pesos: Blanca y Negra, además de una elegante fuente abierta llamada Título Hueca.
Arlt 7 Locos
Inspirado en la novela Siete locos este es un conjunto de siete fuentes cuidadosamente destruidas que hablan con voces expresivas e irreverentes.
Arlt Lanzallamas
La última incorporación a la familia es Lanzallamas, una fuente dinámica que transforma el texto mientras lo escribes. Su programación hace que la fuente permute cada letra escrita usando las fuentes de Arlt 7 Locos de modo que todo el texto vaya cambiando su forma mientras escribes.
Arlt Deco
Dada la dificultad natural de pronunciar correctamente el nombre “Arlt” se decidió que “Arlt Deco” era un buen nombre para dos elegantes versiones ornamentales, que resulatn ideales como iniciales.
Nota final
En un mundo dominado por el racionalismo y un diseño corporativo supuestamente neutral y sin emoción, tipografías como Arlt resultan como una pequeña bofetada, una palabra en lunfardo secretamente lanzada a los claustros de la Real Academia de Lengua Española.